Aula digital y mentores: así es la formación del siglo XXI

Tener muchos medios de aprendizaje al alcance de la mano es una ventaja competitiva para cualquier estudiante. Aun así, dado el volumen de herramientas disponibles es importante que se sepan gestionar y utilizar para que los alumnos puedan sacarles el máximo partido.

Ésta es una de las principales razones que ha llevado a ISDE a definir e implantar la figura del mentor en el doble título de Grado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid junto con el Máster en Abogacía Internacional de ISDE. Esta iniciativa se basa en el acompañamiento al estudiante por parte de un profesional del Derecho que le oriente y le guíe en esta etapa formativa, crucial para su futuro profesional.

El objetivo último de esta figura es contribuir a la formación integral y personalizada de cada alumno. El mentor le ayuda a determinar sus metas; a encontrar los mejores caminos y métodos para alcanzarlas; y a forjar una personalidad de probada rectitud y perseverancia en el esfuerzo.

Estos esfuerzos por personalizar y guiar la etapa formativa se combinan con una apuesta decidida por parte de ISDE por las nuevas tecnologías.

Hoy en día, las telecomunicaciones y los medios informáticos están cada vez más integrados en la dinámica y forma de trabajo a nivel global. Permiten comunicarse con cualquier parte del mundo y tratar situaciones que hacen que la proyección y la eficiencia primen en las distintas empresas y despachos.

De forma complementaria, el acceso a la tecnología es tan generalizado que favorece el acceso a la información casi sin límites, lo que obliga a aprender a gestionar con buen criterio tal cantidad de datos.

En este contexto, ISDE desarrolla el visionario método pedagógico de Aula Virtual, convirtiéndose en el primer centro español en implementar dicha tecnología, que optimiza aún más la productividad y el aprendizaje de sus estudiantes.

Este sistema permite al alumno una mejor comprensión de las materias que estudia, ya que al aprendizaje en el aula se suma el conocimiento directo de las situaciones en las que el Derecho se crea y se aplica. Todo ello de la mano de quienes ejercen las diferentes profesiones jurídicas y en los lugares donde lo hacen.